Y, como cada año, me dan ganas de hacer algo para unirme a este inmenso festejo al consumismo, crisis o no...
Pero no, no solo soy realista, también puedo soñar con la paz mundial, o al menos vecinal, con un mundo más "verde", y con amor al prójimo como a uno mismo...
¡La paz sea con ustedes! Disfruten a su familia y amigos (que son como familia a fin de cuentas) en esta y todas las épocas, y recuerden que lo importante es el respeto y el cariño que se demuestran, y no lo costoso del regalo.
¡Feliz Navidad!
claro que importa el precio del regalo, si no fuera así la navidad no seria como la conocemos: una manifestación pura del capitalismo.
ResponderEliminarFelices fiestas y recuerden que si el regalo no les agrada es que las intenciones no eran muy buenas.